La vida de Edmund Husserl
Visión Fenomenológica.
Fenomenología "Volver a las cosas en sí mismas"
Zuñiga Hanzel
Origen histórico y
evolución de la hermenéutica
La
hermenéutica nació con la mitología griega como un ejercicio informativo y
comunicativo de Hermes, el mensajero de los dioses, quien ejerció la tarea de
llevar y traer amonestaciones, anuncios o profecías entre los hombres y los
dioses, convirtiéndola en una actividad práctica, en contraposición a un
sistema filológico, como hoy los entendemos
El
término hermenéutica deriva del griego "hermenéuiein" que significa
expresar o enunciar un pensamiento,
descifrar e interpretar un mensaje o un texto.
Etimológicamente, el concepto de
hermenéutica se remonta y entronca con la simbología que rodea a la figura del
dios griego Hermes, el hijo de Zeus y Maya encargado de mediar entre los dioses
o entre éstos y los hombres. Dios de la elocuencia, protector de los viajeros y
del comercio, Hermes no sólo era el mensajero de Zeus. También se encargaba de
transmitir a los hombres los mensajes y órdenes divinas para que éstas fueran
tanto comprendidas, como convenientemente acatadas.
El hermeneuta es, por lo tanto, aquel que
se dedica a interpretar y desvelar el sentido de los mensajes, haciendo que su
comprensión sea posible y todo malentendido evitado, favoreciendo su adecuada
función normativa.
Aristóteles escribió un Peri hermeneias
que, como parte del Organon, versaba sobre el análisis de los juicios y las
proposiciones. Se trataba de un análisis del discurso, pues sólo desde el
interior del mismo la realidad se nos manifiesta. Por este motivo, la
hermenéutica se constituyó fundamentalmente en un arte (techné) de la interpretación
dirigida, en el Renacimiento y la Reforma Protestante, al esclarecimiento de
los textos sagrados, dando lugar a la exégesis bíblica, uno de cuyos
principales investigadores fue Mattias Flacius. En esta misma época, como
consecuencia del Humanismo, la hermenéutica se aplicó a la literatura clásica
grecolatina, configurándose como una disciplina de carácter filológico y
después, desde el ámbito de la jurisprudencia, se ocupó de la interpretación de
los textos legales y de su correcta aplicación a la particularidad de los
casos.
En el Romanticismo la hermenéutica se
constituyó en una disciplina autónoma, configurándose con Schleiermacher, en
una teoría general de la interpretación, dedicada a la correcta interpretación
de un autor y su obra textual. Años más tarde, Wilhelm Dilthey (1833-1911)
amplió su ámbito a todas las "ciencias del espíritu".
Actualmente entendemos por hermenéutica
aquella corriente filosófica que, hundiendo sus raíces en la fenomenología de
Husserl y en el vitalismo nietzscheano, surge a mediados del siglo XX y tiene
como máximos exponentes al alemán Hans Georg Gadamer (nacido en 1900), Martin
Heidegger (1889-1976), los italianos Luigi Pareyson (1918-1991) y Gianni
Vattimo y el francés Paul Ricoeur (nacido en 1913). Todos ellos adoptan una
determinada posición en torno al problema de la verdad y del ser, siendo la
primera definida como fruto de una interpretación, y el ser (mundo y hombre)
como una gran obra textual inconclusa que se comporta de manera análoga a como
lo hace el lenguaje escrito.
No obstante, la hermenéutica
contemporánea más que un movimiento definido es una "atmósfera"
general que empapa grandes y variados ámbitos del pensamiento, calando en
autores tan heterogéneos como Michel Foucault, Jacques Derrida, Jürgen Habermas,
Otto Apel y Richard Rorty existen algunos autores como Reynolds-Wilson quien
sitúa su origen más allá de la época griega, ubicándola en la era Helenística
(siglo III a. C.), cuando surgió como sistema filológico dirigido a estudiar
las leyes etimológicas, gramaticales, históricas y lexicológicas de las
lenguas, papel que asumió la Biblioteca de Alejandría, el gran acervo
bibliográfico del Egipto, el que –según testimonios antiguos– tuvo de 200,000 a
490,000 volúmenes, aunque cada uno sólo contuviese una tragedia ática o un
diálogo de Platón. La necesidad de recoger y corregir los manuscritos, para
verificar con la mayor certeza posible su versión original, excluyendo
interpolaciones y corrupciones, llevó al florecimiento del primer método de la
hermenéutica denominado Método histórico-gramatical, que tuvo a su exponente
más célebre en Aristarco de Samotracia (217-143 a. C.), quinto bibliotecario
del Museo, quien en la corrección de los poemas homéricos elaboró el principio
básico de este método, según el cual, en la lectura del corpus de los escritos
de un autor es donde se resuelven las dificultades de su interpretación. Por
otro lado, hacia el año 525 a. C., surgió en Pérgamo otro método de la
hermenéutica relacionado con los Sofistas y después recuperado por los
Estoicos, el llamado Método de interpretación alegórica, caracterizado por
adaptar a la mentalidad de la época, mediante alegorías (o metáforas), los
textos de la tradición.
Ambos métodos,
dice Szondi, se vincularon al problema de la historicidad, donde la
interpretación gramatical apuntó a lo que en algún tiempo pretendía decirse y
quería conservarse o sustituirse por la expresión verbal devenida
históricamente en un nuevo signo, acotado a una glosa (explicación de textos
oscuros). Mas, como dijo Dilthey, por nuestros prejuicios modernos llegamos a
considerar como más "adecuado" y "racional", al Método
histórico-gramatical por cuanto no era alegórico, momento que la hermenéutica
empezó a padecer por el embate del positivismo.
Hay que advertir
agrega Szondi, que la filología (sensus litteralis) y la alegoría (sensus
grammaticus), no fueron fases sucesivas del mismo desarrollo histórico de la
hermenéutica que hayan pasado del mito al logos y del logos a la episteme, sino
que sólo ilustran el doble propósito que ha dominado a esta actividad desde sus
orígenes.
tomado de: http://polis.revues.org/2690#tocto2n1
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